jueves, 5 de febrero de 2009

Fracaso escolar

jueves, 5 de febrero de 2009
Nos encontramos en una situación altamente agónica, en crisis vocacional, sentimental, existencial y gastronómica. Deberíamos visitar el bingo de la esquina, tengo un pálpito. Resulta apacible aceptar nuestro amargo fracaso académico por ser múltiple, plural y majestuoso, como un cerdo vietnamita. El paso siguiente debería ser algo más destructivo, ya no vale lo de las galletitas por la ventana, necesitamos arrancar baldosas y si no funciona nos autolesionaremos metiéndonos palillos por las orejas mientras cantamos el último single de Nino Bravo. Y pensar que yo quería ser cajera del Mercadona, escritora y verdulera, ¿dónde quedaron mis deseos vocacionales? Oh el mundo es injusto, aunque siendo racionales y platónicos peor sería tener una otitis crónica y dejar de bucear de por vida. A pesar de todo, encuentro que mi situación actual me enriquece, me embellece y me convierte en una adulta potencialmente carnívora. La Rueda de la Fortuna sigue.

1 comentario:

  1. No me equivoco si digo que necesitamos de nuevo una sesión de terapia de grupo, que nada tiene que ver con el sexo en grupo.

    Ya no nos ayuda el lanzamiento de galletas, y lo de los azulejos lo veo poco factible a la vez que denunciable. Yo opto por una avalancha de naranjas podridas que, como hemos podido comprobar, tardan más de lo que pensábamos en biodegradarse y siguen intachablemente en su sitio después de meses sin haberse movido ni un solo ápice. Enhorabuena a quién colocó con tanto esmero cada una de esos cuerpos esféricos naranjas (ahora mismo ese color ha dado paso a uno más oscuro y más escatológico). Su trabajo realmente ha valido la pena.

    Pero no os preocupéis, siempre podemos pedir ayuda a Paco Peñarrubia. Él nos ayudará a salir de este abismo.

    Además de la crisis vocacional, sentimental existencial y gastronómica (muy bien definidas, por cierto), añadir también, la sexual, que nos afecta a todos y no es menos importante que el resto.

    Para terminar, decir que los duendes tele-transportadores de basura llevan negándose a realizar su trabajo desde septiembre alegando que somos unos cerdos. Yo propongo (condón) perder aunque sean unas semanas en enseñar a las bolsas de basura ir desde el cubo al contenedor y, por tanto, ya no será necesario que ellos las bajen ni por supuesto nosotros. Con tanta mierda en el piso no consigo concentrarme en definir esta situación: ¿crisis de la basura im-perfecta?

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