domingo, 11 de enero de 2009

Yo también fui monaguillo

domingo, 11 de enero de 2009
Muy señores míos: de pequeño fui monaguillo en varias ocasiones, pero era un niño normal. En estos tiempos en los que la fe ya no está de moda, es primordial que gente como yo nos únamonos unámos y gritemos: "Yo también fui monaguillo". Llegué a monaguillo pero sólo me pusieron una medalla con olor a incienso y me dieron una estampita del padre Ferrer. No me quedó el síndrome del converso que provoca el fanático sectarismo de los 'monaguillos rebeldes'.

En nuestro piso no tenemos monaguillos, pero si arte religioso. Dentro de esta interesante vertiente artística, los cuadros de monaguillos son un pilar fundamental. Los monaguillos han estado con nosotros desde los tiempos de Cristo y nos han prestado su apoyo económico, sentimental, emocional y creativo (más a Im que a cualquier otra persona). Más abajo podréis ver la pieza, única en el mundo, en la que aparecen dos monaguillos. Aparentemente se trata de un cuadro cualquiera, muy feo, pero sin ninguna relevancia. Pero no es así.

Se dice que al ver el cuadro, uno siente como el niño con cara de pillo y mirada tierna te sigue con la mirada hasta llegar a ponerte los pelos de punta. Mucha gente ha visto y convivido con este cuadro, pero dicen que solo ataca a aquellos que descubren que esta encantado. En la noche del Día del Monaguillo, el 21 de abril, se escuchan lamentos lejanos, el niño sale del cuadro para visitar tu habitación. Si es que no mueres antes de la impresión al ver su rostro casi endemoniado, te llena tu habitación de incienso y luego incendia la casa con todos adentro y borra así la evidencia de su crimen.

Nosotros, cada 21 de abril, el Día del Monaguillo, ponemos el cuadro en el comedor y encendemos 4 velas, una para cada uno de nosotros. Es la única forma de que el monaguillo no haga su aparición.

Me paré delante del cuadro más temido por mí:

- Ni siquiera pasarás por ese tormento durante siglos expiando tus culpas, irás directamente a ver al Diablo, allí te condenarás si vuelves a entrar a cualquier habitación de esta casa o contarle a alguien lo que has visto.

- ¡Silencio! -me decía en un gesto cortante con su dedo índice- No vuelvas a nombrarme más, ignoráme y déjame que pueda cumplir mi ira.


¡Oh cuadro horrible! ¡Pavoroso cuadro,
pintado tantas veces y a porfía
al sonar el horrísono baladro
del monstruo que han llamado anarquía!


Queridos monaguillos: os saludamos con mucho afecto y os pedimos que os apiadéis de nosotros.

Por los siglos de los siglos, Amén.

5 comentarios:

  1. Vaya tela... con lo que te quedas del post es con una falta de ortografía...

    Eres demasiado sensible con la ortografía, cualquiera diría que nunca te equivocas, como por ejemplo:

    "...a mis compas blogeros...es que soy un..."

    en lugar de

    "...a mis compas blogueros... es que soy un..."

    :)

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  2. Así me gusta, que conviváis con vuestro neuroticismo.

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  3. sí, vosotros tres y el pez...yo casi, ajajajj

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